jueves, 23 de mayo de 2013

El peligro de una sola historia


...claro, porque nosotros pensamos siempre el punto de vista que nos han contado, porque es mucho más fácil conformarse con saber lo que nos dicen, creer solo en lo que escuchamos en las noticias o en los bares. Es más sencillo no pensar que puede haber al otro lado (ya sea al otro lado de un pensamiento, una creencia o una historia). Pero entonces, yo me pregunto: si nos quedamos solo con la mitad del conocimiento, ¿qué estamos aprendiendo? ¿qué vamos a enseñar?
Nada más que alegar. 

domingo, 19 de mayo de 2013

La enseñanza por proyecto: ¿mito o reto?

El trabajo por proyecto es, normalmente, una pedagogía de enseñanza tan actual como innovadora, aunque en la mayoría de los casos no se utiliza y potencia tanto como se debería. Este tipo de enseñanza parte de los intereses de los alumnos y es por esto que se le debería dar un prestigio mayor. Para el maestro, este tipo de enseñanza debería estar más valorada, puesto que, a priori, ya demuestra que los aprendizajes serán más motivadores y significativos. 
Esta clase de proyecto son de duración indeterminada, para cualquier tipo de materia y basados en unos principios globalizadores, por lo que son una opción perfecta para llevar a cabo en las aulas. Existen diversos tipos de proyectos: los científicos, los tecnológicos y los ciudadanos, principalmente. Cada tipo de proyectos se realizarán partiendo de unas bases y encaminados a conocer y desarrollar diferentes tipos de actividades y propuestas. 
Para poder desarrollar un proyecto educativo, habrá que establecer unas pautas y fases, de tal manera que:

  • En la fase de preparación se realizaran una conversaciones para plantear un posible proyecto
  • En la fase de desarrollo se pondrá en práctica todo el proyecto planteado
  • En la última fase, la de comunicación, los alumnos expondrán las conclusiones y aprendizajes obtenidos durante la fase de desarrollo 
Por otro lado, para que el proyecto que desarrollemos sea adecuado, debemos establecer unas premisas o principios básicos a partir de los cuales partiremos. Esto es necesario ya que, si no trabajamos a partir de estas premisas, nuestra labor carecerá de fundamento y de intensidad.

  • El proyecto debe plantear nuevas exigencias a los estudiantes
  • Partirá del interés mostrado por el alumnado
  • Trataremos de que los niños conduzca su propio trabajo de manera satisfactoria para ellos
  • Debemos buscar que alcancen actitudes y valores positivos, espíritu crítico y rigurosidad en el trabajo
  • Además, las sesiones deben estimular la creatividad y el aprendizaje cooperativo 
El maestro, que conducirá el proyecto durante todo el tiempo que se tenga establecido, tendrá que ser un elemento conductor del aprendizaje. Será más una herramienta de consulta que un repartidor de enseñanzas, ya que, si partimos de la base del trabajo por proyectos, son los propios alumnos los que descubren, crean y desarrollan su propio aprendizaje. 
Además, el maestro debe saber cómo trabajar esta clase de proyectos: para empezar, debe realizar una secuenciación temporal adecuada, que permita que sus alumnos trabajen sin prisas, dejándoles tiempo para que vayan descubriendo e indagando sobre los aprendizajes nuevos. 
Es tarea difícil poder implantar la enseñanza por proyectos en todas las aulas de todos los centros educativos, y no porque sea un trabajo complicado, sino porque estamos estancados en una pedagogía muy secuenciada y estructurada y aunque como docentes, lo veamos como una opción de lo más innovadora e imaginativa, a la hora de la verdad, no solemos arriesgar y apostar todo lo que deberíamos. 
La enseñanza por proyectos va a trasmitir a nuestros algunos aquellos aprendizajes que nosotros queremos pero partiendo de aquellos intereses o cuestiones que ellos se planteen, pudiendo así realizar una labor más significativa e interesante para ambas partes. Deberíamos plantearnos hasta qué punto funciona la enseñanza tradicional en nuestras aulas, y si podemos probar a realizar cosas nuevas que encaminen la enseñanza de nuestros alumnos a saberes más vinculados a su mundo y su realidad.

jueves, 9 de mayo de 2013

Criterios para realizar actividades de ccss (de 9 a 11 años)

Actúa con cuidados


                Vivimos en crisis, y todo el mundo lo sabe.
                No hay trabajo, no queda dinero en los bolsillos, las tijeras van y vienen por las principales instituciones públicas, los cerebros cogen las maletas y se escapan, Europa nos rescata...(o no).
                Además de esto, nos ahogan las preocupaciones sociales: las imputaciones políticas, la viscosidad de nuestros mares y los pobres animalitos en extinción, la dudosa imagen de la corona, las m*erdas transgénicas que nos venden y tener el cuerpo preparado para los vaqueros de la 36.
                ¿Y si todo esto cambiara? ¿Y si tuviéramos dinero, trabajo, políticos honrados, estado de "bienestar", biodiversidad emergente y todas aquellas cosas que contradigan las noticias de las 15:00? ¿Qué pasaría entonces...? 
                Creo que volveríamos a j*oderla.
                Estamos preparados para no preocuparnos de algo que vaya más allá en nuestro ombligo. ¿Triste verdad? Eso he pensado yo al leer este artículo. Actúa con cuidados muestra la otra cara de la crisis, la que no preocupa, la que no interesa. Y es que como sociedad no valemos dos duros.
                 No pensamos en construir una sociedad sostenible y respetuosa, sino más bien en sacar el mayor beneficio de aquellas cosas que no se pueden defender. La naturaleza, todo aquello que está vivo (incluso nosotros mismos), llora pidiendo ayuda.
                Los ciudadanos hacen huelgas por una vida mejor, las madres piden que se amplíe el tiempo para estar con sus bebés, los padres piden tiempo para estar con sus hijos, la naturaleza se rebela contra el cambio climático...y los más fuertes piden más. La pescadilla que se muerde la cola.
                En este punto del cabreo, reflexión o como quieras llamarlo, yo me pregunto, ¿Qué hacemos pues?
                 Vamos a cambiar el chip, vamos a dejar la queja para cuando se dignen a escuchar, y vamos a mover nuestra conciencia un poco. Empecemos por querer cambiar nuestra sociedad, nuestro barrio o nuestro tiempo libre, por ejemplo. Vamos a poner la vida en el centro.
                Hay infinidad de cosas que podemos cambiar, pero nosotros no somos superhéroes. Lo que si podemos hacer es plantearnos de qué manera las cosas irían mejor, buscar alternativas basadas en principios fundamentales que buscamos como personas, como parte de un todo. Cosas que también sean positivas para nuestro prójimo y que nos hagan evolucionar a todos.
                Esas cosas pueden ser...
·         un compromiso de las empresas y demás órganos con las necesidad de los trabajadores y, a su vez, una respuesta positiva de los ciudadanos a esas necesidades, mostrando que el cambio puede ser favorable y positivo para ambas partes.
·         un ritmo pausado pero seguro de nuestra manera de vivir, de comer, de ir al trabajo y de desenvolvernos en la sociedad.
·         una cercanía de nuestros productos, de nuestros sellos y de nuestros valores, así como una identidad propia que sea defendida y valorada por aquellos que la formamos.
·         una participación activa de todos los que queramos cambiar nuestro ombligo.
                Puede que no sirva de nada, o puede que sí. Pero lo importante es intentarlo. Buscar alternativas a nuestra realidad no es ir en contra de ella, sino a favor de otras realidades que nos permitan a todos  vivir mejor y más felices. 

jueves, 4 de abril de 2013

Los niños ante la publicidad televisiva

La publicidad envuelve nuestra vida. Día a día, y sin darnos cuenta en la mayoría de los casos, somos bombardeados con anuncios publicitarios de todo tipo. Desde un folleto de propaganda en el buzón de nuestra casa hasta los anuncios televisivos más complejos, todo aquello que nos muestre un producto adquirible es publicidad.

La publicidad lleva años merodeando por nuestro alrededor. Tras la II GM, la televisión se mete de lleno en las casa de la mayoría de los ciudadanos. A lo largo y ancho de toda la tierra, la televisión empieza a cambiar las estructuras  vitales establecidas por las personas, pasando de ocupar el tiempo libre en distintas actividades a gastarlo delante de "la caja tonta". Y es que, como todas las cosas nuevas que descubrimos en nuestra vida, la televisión ha sido desde el principio la excusa perfecta para desconectar de la rutina diaria. 

Ya sea televisión, radio,... cualquier medio de comunicación que podamos encontrar va a estar siempre acompañado de elementos publicitarios que nos muestran posibles productos, consumibles por aquel que lo está recibiendo. se podría llegar a pensar que la publicidad está encaminada para aquel que pueda adquirir y consumir un producto, pero, en el caso del público infantil, también es posible. 

Los niños, a pesar de tener una dependencia total de los adultos, son agentes fundamentales a la hora de producir publicidad. Los motivos son diversos y perfectamente comprensibles: son más influenciables e ingenuos; son futuros consumidores de productos; forman parte de la sociedad y por lo tanto, necesitan adaptarse a las exigencias de esta. 

Es precisamente por esto, y por más motivos, por los cuales la publicidad destina gran parte de su tiempo en crear todo tipo de recursos destinados a complacer sus necesidades. Desde anuncios hasta series de televisión, todo aquello que tenga como fin que los niños acaben precisando estos productos ofertados, es objeto de análisis en el mundo de la publicidad y el marketing. Aunque no siempre está correctamente encaminado, por lo que muchas veces es cuestionado y debatido por distintos órganos e instituciones. 

Ejemplo de esto puede ser los países que restringen totalmente la emisión de estos mensajes, por la influencia que pueden llegar a tener en los niños y jóvenes. O aquellos, como es el caso de España, que cuentan con asociaciones e instituciones que velan por el cumplimiento total de los principios básicos de la publicidad, especialmente en el apartado de publicidad para los niños. 

Antes todo esto, no debemos olvidar en ningún momento que los medios de comunicación e informativos, sin una educación moral y racional adecuada, pueden ser entendidos por los niños de forma errónea. Por ello, los padres, educadores y maestros tendremos que paulatinamente, ir mostrando a los niños una visión crítica sobre la publicidad. Ya sea en clase, en casa o por la ciudad, podemos ayudar a nuestros pequeños a que aprendan a distinguir entre lo que están intentando vendernos y la nube que se forma alrededor.  

lunes, 1 de abril de 2013

El caduco mundo de Disney: propuesta de análisis crítico en la escuela

Todos conocemos el mundo Disney. De hecho, Disney ha marcado nuestra infancia, siendo parte vital de nuestro conocimiento infantil y de nuestras necesidades en la primera etapa. En algún momento de nuestra vida, sus películas, series, muñecos, dibujos, parques temáticos, canciones,... han sido nuestra banda sonora diaria, formando parte de todo lo que nos ha rodeado. 

Es inevitable, en muchas ocasiones, decir que el que no ha crecido con Disney, no ha tenido infancia, ya que ha supuesto gran parte, o al menos en mi caso, del día a día de todos los niños y niñas (de la sociedad occidental). 

Aunque ahora se sabe que Disney no comenzó precisamente como un mundo de magia y fantasía, sino más bien como reconocimiento a la diferencia. Y no precisamente como un reconocimiento positivo, sino como una crítica hacia aquello que no formaba parte de lo común de la sociedad del momento.

Poco a poco, y por su propio bien, estas críticas se han ido difuminado en un entorno de alegría, dulzura,  magia y fantasía, pero su esencia sigue siendo visible ante los ojos de personas críticas y racionales. Es, precisamente por ello, por lo que Disney ha encaminado su cultura hacia la educación basada en valores autoritarios, ideologías marcadas y un pensamiento superficial de sus consumidores. 

La compañía, la cual se mueve  por distintos sectores de la sociedad, genera millones de opciones para los ciudadanos, siendo visible en el cine, la televisión, la radio, los libros, los parques temáticos, e incluso, recientemente, creando una ciudad en el sur de EEUU. 

La escuela también forma parte de este listado, siendo objeto de su capacidad para sumergir ideologías y pensamientos sexistas, racistas y abusivos. Claro ejemplo de ello son las escuelas de la ciudad de Celebration (ciudad de Disney), donde los recursos y las metodologías son de lo más innovadoras, aunque a cambio de ello, el pensamiento que se transmite a los alumnos parte de no educar en justicia social y de no generar un pensamiento crítico y capaz de mirar más allá de las propias enseñanzas. 

Muchos son los momentos que encontramos en las famosas películas de Disney que revelan estas ideas de pensamiento cerradas y únicas. En muchas ocasiones, si miramos más allá que al propio fotograma podemos observar cómo fomentan actitudes sexistas y discriminativas. Los estereotipos y valores que se muestran como adecuados son, cuanto menos, cuestionables ya que, aun pareciendo todo lo contrario, el mundo Disney está minado de prejuicios y sesgos negativos.

Como educadores, debemos tener en cuenta que no es oro todo lo que parece, y que para que los alumnos que consumen este tipo de industria vean más allá de unos dibujos animados, podemos proponer actividades para la reflexión, en las que los alumnos puedan observar y descubrir las actitudes que se muestran en estas películas y series. Para ello, podemos partir de algunas preguntas abiertas en las que los propios niños piensen y observen sobre el mundo Disney, su apariencia y su realidad. Depués podemos mostrar las características y valores que pretenden enseñar con sus dibujos y finalmente buscar, de manera grupal, conclusiones sobre lo que han podido ver nuestros alumnos del caduco mundo Disney.