domingo, 19 de mayo de 2013

La enseñanza por proyecto: ¿mito o reto?

El trabajo por proyecto es, normalmente, una pedagogía de enseñanza tan actual como innovadora, aunque en la mayoría de los casos no se utiliza y potencia tanto como se debería. Este tipo de enseñanza parte de los intereses de los alumnos y es por esto que se le debería dar un prestigio mayor. Para el maestro, este tipo de enseñanza debería estar más valorada, puesto que, a priori, ya demuestra que los aprendizajes serán más motivadores y significativos. 
Esta clase de proyecto son de duración indeterminada, para cualquier tipo de materia y basados en unos principios globalizadores, por lo que son una opción perfecta para llevar a cabo en las aulas. Existen diversos tipos de proyectos: los científicos, los tecnológicos y los ciudadanos, principalmente. Cada tipo de proyectos se realizarán partiendo de unas bases y encaminados a conocer y desarrollar diferentes tipos de actividades y propuestas. 
Para poder desarrollar un proyecto educativo, habrá que establecer unas pautas y fases, de tal manera que:

  • En la fase de preparación se realizaran una conversaciones para plantear un posible proyecto
  • En la fase de desarrollo se pondrá en práctica todo el proyecto planteado
  • En la última fase, la de comunicación, los alumnos expondrán las conclusiones y aprendizajes obtenidos durante la fase de desarrollo 
Por otro lado, para que el proyecto que desarrollemos sea adecuado, debemos establecer unas premisas o principios básicos a partir de los cuales partiremos. Esto es necesario ya que, si no trabajamos a partir de estas premisas, nuestra labor carecerá de fundamento y de intensidad.

  • El proyecto debe plantear nuevas exigencias a los estudiantes
  • Partirá del interés mostrado por el alumnado
  • Trataremos de que los niños conduzca su propio trabajo de manera satisfactoria para ellos
  • Debemos buscar que alcancen actitudes y valores positivos, espíritu crítico y rigurosidad en el trabajo
  • Además, las sesiones deben estimular la creatividad y el aprendizaje cooperativo 
El maestro, que conducirá el proyecto durante todo el tiempo que se tenga establecido, tendrá que ser un elemento conductor del aprendizaje. Será más una herramienta de consulta que un repartidor de enseñanzas, ya que, si partimos de la base del trabajo por proyectos, son los propios alumnos los que descubren, crean y desarrollan su propio aprendizaje. 
Además, el maestro debe saber cómo trabajar esta clase de proyectos: para empezar, debe realizar una secuenciación temporal adecuada, que permita que sus alumnos trabajen sin prisas, dejándoles tiempo para que vayan descubriendo e indagando sobre los aprendizajes nuevos. 
Es tarea difícil poder implantar la enseñanza por proyectos en todas las aulas de todos los centros educativos, y no porque sea un trabajo complicado, sino porque estamos estancados en una pedagogía muy secuenciada y estructurada y aunque como docentes, lo veamos como una opción de lo más innovadora e imaginativa, a la hora de la verdad, no solemos arriesgar y apostar todo lo que deberíamos. 
La enseñanza por proyectos va a trasmitir a nuestros algunos aquellos aprendizajes que nosotros queremos pero partiendo de aquellos intereses o cuestiones que ellos se planteen, pudiendo así realizar una labor más significativa e interesante para ambas partes. Deberíamos plantearnos hasta qué punto funciona la enseñanza tradicional en nuestras aulas, y si podemos probar a realizar cosas nuevas que encaminen la enseñanza de nuestros alumnos a saberes más vinculados a su mundo y su realidad.

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